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La UNLP colabora con la justicia para combatir el robo de ganado

Con técnicas de biología molecular, científicos de Ciencias Veterinarias ayudan a esclarecer uno de los tipos delictivos que más golpea a las localidades del interior. Muestras de ADN, la clave para dar con la carne robada e identificar a los responsables

La Justicia bonaerense logró resolver más de 400 casos de robo de ganado mediante la utilización del Programa Provincial de prevención del Abigeato, diseñado por la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata. De este modo, y gracias a la aplicación de complejas técnicas de biología molecular, los científicos de la UNLP ayudan a esclarecer uno de los tipos delictivos que más golpea a las localidades del interior provincial.

Los delitos registrados en distintas zonas de la provincia de Buenos Aires fueron resueltos después de que los fiscales e investigadores policiales enviaran muestras biológicas al Instituto de Genética Veterinaria Ingeniero Fernando Noel Dulout, (IGeVet - UNLP-CONICET).  Luego de cotejadas las muestras, los análisis permitieron a la Justicia encontrar la carne robada e identificar a los responsables de los ilícitos.

 

 

 

 

Guillermo Giovambattista, Director del IGeVet explicó que “mediante el uso de técnicas de biología molecular, conocidas como marcadores genéticos, se tipifica el ADN de, por ejemplo, el pelo, cuero, restos de carne o huesos de animales, que hayan quedado en el campo o en un establecimiento luego de la faena clandestina. Así –agregó- las autoridades judiciales y la Policía pueden comparar esos resultados con el perfil genético de los cortes de carne que se venden en una carnicería en forma ilegal, o que son decomisados a los sospechosos en los allanamientos”.

También, en caso de no encontrarse restos, es posible realizar la comparación con muestras biológicas de la descendencia o los progenitores del animal robado, aunque en estos casos –aclararon los científicos- las posibilidades de detección del animal son más complicadas.

A partir de 1999 se comenzaron a realizar este tipo de pericias de ADN, y desde el año 2004, a partir de un convenio entre la Universidad y el Ministerio de Justicia bonaerense, se lleva adelante el Programa Provincial de Prevención del Abigeato de bovinos, ovinos y equinos, que permite investigar la procedencia del ganado ante eventuales casos de abigeato.

Giovambattista remarcó que “el acuerdo del IGeVet con la provincia prevé no sólo la toma y análisis de muestras para casos puntuales de robo, sino que también incluye la conformación de una Base de Datos Genéticos que permita la estimación del poder estadístico de las comparaciones de los perfiles genéticos realizados”. Y agregó: “La tecnología hace posible identificar el ganado con una certeza del 99,9 por ciento, de modo tal que la contundencia de la prueba implica un alto poder de disuasión para quienes cometen este tipo de delitos”

El IGeVet cuenta con reconocimiento internacional en la materia, y con un equipo de trabajo multidisciplinario en genética de animales domésticos conformado por docentes e investigadores, profesionales de apoyo y técnicos, con más de 25 años de experiencia en identificación genética y resolución de paternidades en animales.

El Director del IGeVet, remarcó que “hasta que comenzó a utilizarse esta técnica de identificación genética, el abigeato era un delito muy difícil de comprobar, y por lo tanto, de combatir”. Al respecto explicó que “cada caso de robo de ganado que resolvemos tiene un doble beneficio: por un lado, el esclarecimiento del delito en sí; por el otro, el efecto disuasorio que genera el hecho de saber que hay mecanismos eficientes para descubrir a quienes delinquen. El ADN es una evidencia muy fuerte contra el imputado”.

Cabe destacar que poco tiempo después de la firma del convenio entre la UNLP y el ministerio de Justicia, la provincia de Buenos Aires puso en marcha un Programa para la Prevención del Delito en el Campo. Entre otras acciones contemplaba la creación de las divisiones de lucha contra el abigeato en la mayoría de las Departamentales del Interior y la creación de las Patrullas Rurales.

De acuerdo con estadísticas públicas, en el año 2003 se sustrajeron en el campo 13.301 animales (vacunos, equinos, ovinos, porcinos); en tránsito 1.123 animales (durante su traslado en camiones a distintos lugares, pueden ser frigoríficos, campos) y fueron faenados en el campo 2.629 animales en forma ilegal. Esto dio un total de 17.053 animales sustraídos.

Cinco años después y con el Programa y las Patrullas Rurales en pleno funcionamiento se sustrajeron en el campo 7.213 animales, 20 animales en tránsito y se faenaron solamente 664 animales con un total de 7.897. Es decir, hubo una disminución de casi el 60% en el índice delictivo. De esos 7.897 animales robados, lograron ser secuestrados 2.998. Se cometieron en total 1.578 hechos y fueron esclarecidos 336.

La intervención del IGeVET resulta clave para la instancia de esclarecimiento de muchos de estos episodios. Es que el aporte técnico es indispensable para que la Justicia pueda comprobar y acreditar el ilícito.

Mascotas, caballos de carrera y caza furtiva

Utilizando las mismas técnicas de comparación de perfiles genéticos, los investigadores de la facultad de Ciencias Veterinarias también logran esclarecer casos de robo de mascotas y estafas por parte de criaderos de perros. De esta manera, por ejemplo, si un dueño sospecha que su perro no es la cría de los progenitores declarados, no es de raza pura, o tiene una enfermedad genética que el criadero no declaró, puede recurrir al IGeVet para realizar los análisis correspondientes.

En el caso de los caballos de carrera, cuando un animal es sometido al control antidoping y resulta positivo, el dueño del caballo puede recurrir a los laboratorios de la UNLP si sospecha que han cambiado la orina. Lo que hacen los investigadores del IGeVet es comparar el ADN del animal sospechado de doping con el perfil genético obtenido de la muestra de orina.

Con las pericias de ADN, el Instituto de Genética también ha colaborado con la provincia de Buenos Aires en situaciones de caza ilegal. En estos casos, la ciencia ha permitido identificar las especies de origen de las muestras decomisadas a los sospechosos, correspondiendo muchas veces a especies protegidas.

 

Actualizado el: 2019-04-01