Dirección General de Deportes – Pileta y Nuevo edificio
Las obras consistieron en la puesta en valor de la pileta olímpica, se renovaron las instalaciones, sala de máquinas y el cerco perimetral de control. Superficie: 1.532 m2
En el año 2012, se realizaron obras e intervenciones en el Campo de Deportes para mejorar la infraestructura y aumentar las prestaciones para la comunidad universitaria. El reacomodamiento de los accesos y del sector administrativo, la puesta en valor del Partenón, la recuperación simbólica de la fundación y la adecuación de las instalaciones deportivas estuvieron entre los objetivos.
El Campo de Deportes de la UNLP es un espacio emblemático por su antigüedad, donde se desarrolla la vida social y deportiva de la comunidad universitaria. La Universidad puso en marcha una serie de obras e intervenciones con el objetivo de renovar las instalaciones, deterioradas por el paso del tiempo, y ampliar la prestación de servicios a toda la comunidad universitaria.
Con un presupuesto de 10 millones de pesos, el plan de obras dotó al lugar de una serie de servicios adecuados a las necesidades del conjunto de los trabajadores de la Universidad.
Las obras a realizadas en el Campo de Deportes modificaron los accesos, circulaciones y estacionamientos para una mayor funcionalidad y comodidad. Además, se llevó a cabo la demolición del edificio administrativo, ubicado sobre la calle 50, en su lugar, se construyó un acceso principal al predio, a través de una plaza longitudinal que unió la calle con el edificio del Partenón, una pieza emblemática del predio, de estilo neoclásico.
Se modificó su aspecto exterior, las instalaciones internas y se construyeron nuevos vestuarios. Las prestaciones deportivas también fueron revalorizadas.
Para ello, se llevó a cabo la recuperación integral de la pileta olímpica y la construcción de un circuito aeróbico, una estación de descanso y estiramiento. Se reemplazó asimismo la superficie actual de la pista de atletismo por una sintética.
La pileta olímpica fue recuperada integralmente, con más de cien años de antigüedad, la piscina “presentaba serios problemas estructurales y varias fisuras y filtraciones”. A partir de este diagnóstico, las autoridades de la UNLP decidieron encarar un plan integral de recuperación que incluyera, además, la instalación de nuevo equipamiento para el mantenimiento del agua.